El año 2019 ha sido para esta federación un año transcendental. Año en el que se ha producido el relevo en la presidencia, y numerosos cambios en la ejecutiva que dirige esta Federación. Los cambios en las personas hasta este año, no traían consigo un cambio o intención de modificación de la actuación, formas y mecanismo para la federación. No creo sorprender a nadie al manifestar que la federación estaba en este último decenio instalada en la parálisis institucional, dentro de una inercia, no siempre pacífica, y de una falta de evolución y adaptación a los actuales modelos de gestión, transparencia y publicidad que tan necesarios son para poder sobrevivir en el páramo de los deportes minoritarios.